A veces los padres nos olvidamos que los hijos ya tienen un entrenador: les exigimos y les reñimos tras un partido, sin darnos cuenta de que según cómo actuemos afectarán a la evolución del hijo. Por eso hay que recordar que los padres no son los entrenadores de sus hijos, para dejar que sean los propios entrenadores los hagan ése trabajo. Nos lo cuenta la psicóloga Patricia Ramírez, autora de "Autoayúdate
viernes, 22 de noviembre de 2013
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