La empresa Aramark dedica el tema del mes a como debemos afrontar el verano desde el punto de vista alimenticio.
La llegada del verano provoca un incremento de las temperaturas y una mayor exposición al calor y al sol, por lo que aumentan también los riesgos de deshidratación del organismo. Por esta razón, se recomienda tomar los alimentos que permiten al organismo compensar el calor. A continuación ofrecemos unas recomendaciones nutricionales para estar bien hidratados en verano y poder combatir correctamente el calor:
Beber de siete a ocho vasos de agua al día. Además, para quitar la sensación de sed, las bebidas no deberán estar excesivamente frías.
Aumentar el consumo de líquidos: sopas frías, gazpachos, zumos, leche, infusiones, etc, repartiéndolos a lo largo de todo el día. Se puede emplear agua o hielo para diluirlos.
Tomar bebidas isotónicas para reponer el aporte de minerales, o bien prepararlas en casa con los siguientes ingredientes: 1,5 litros de agua fresca (no muy fría), el zumo de un limón, 1,5 cucharadas soperas de azúcar, media cucharadita de sal (sólo un pellizquito), media cucharadita de bicarbonato y se puede añadir sacarina si se quiere más dulce.
Aumentar el consumo de frutas, sobre todo las más ricas en agua como el melón, la sandía, la piña, las peras de agua, los melocotones ...
Incrementar el consumo de verduras en general, y sobre todo las verduras crudas en forma de ensalada, sopas frías, gazpachos, zumos (tomate, zanahoria).
Evitar comidas demasiado copiosas; es preferible fraccionar la ingesta en 5 o 6 tomas diarias: desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y recena.
Evitar o reducir, el consumo de alimentos muy condimentados y elaborados: salsas, fritos, rebozados, etc. Es preferible el empleo de técnicas culinarias sencillas, como: hervidos, asados, plancha, al vapor, etc.
Beber de siete a ocho vasos de agua al día. Además, para quitar la sensación de sed, las bebidas no deberán estar excesivamente frías.
Aumentar el consumo de líquidos: sopas frías, gazpachos, zumos, leche, infusiones, etc, repartiéndolos a lo largo de todo el día. Se puede emplear agua o hielo para diluirlos.
Tomar bebidas isotónicas para reponer el aporte de minerales, o bien prepararlas en casa con los siguientes ingredientes: 1,5 litros de agua fresca (no muy fría), el zumo de un limón, 1,5 cucharadas soperas de azúcar, media cucharadita de sal (sólo un pellizquito), media cucharadita de bicarbonato y se puede añadir sacarina si se quiere más dulce.
Aumentar el consumo de frutas, sobre todo las más ricas en agua como el melón, la sandía, la piña, las peras de agua, los melocotones ...
Incrementar el consumo de verduras en general, y sobre todo las verduras crudas en forma de ensalada, sopas frías, gazpachos, zumos (tomate, zanahoria).
Evitar comidas demasiado copiosas; es preferible fraccionar la ingesta en 5 o 6 tomas diarias: desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y recena.
Evitar o reducir, el consumo de alimentos muy condimentados y elaborados: salsas, fritos, rebozados, etc. Es preferible el empleo de técnicas culinarias sencillas, como: hervidos, asados, plancha, al vapor, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario